EL ESCAPULARIO DE LA VIRGEN
DEL CARMEN
Nuestra Señora del Carmen Quienes
reciben la imposición de este Escapulario y lo visten habitualmente, necesitan
saber las razones que la iglesia ha tenido para autorizarlo y recomendarlo,
bendiciendo e indulgenciando a sus devotos.
De este modo lograrán que les
sirva de medio en su perfeccionamiento en la fe de Cristo y alcanzarán con más
facilidad la saludable ayuda de la Virgen Santísima, Madre espiritual y
medianera de todas las gracias, a la que pretenden honrar. Ella, a los que
vivan esta común consagración carmelitana, significada en el Escapulario, los
conducirá a una más plena participación de los frutos del Misterio Pascual.
El Escapulario es un símbolo de
la protección de la Madre de Dios a sus devotos y un signo de su consagración a
María. Nos lo dio La Santísima Virgen. Se lo entregó al General de la Orden del
Carmen; San Simón Stock, según la tradición, el 16 de julio de 1251, con estas
palabras: «Toma este hábito, el que muera con él no padecerá el fuego eterno».
Alude a este hecho el Papa Pío
XII cuando dice: «No se trata de un asunto de poca importancia, sino de la
consecución de la vida eterna en virtud de la promesa hecha, según la
tradición, por la Santísima Virgen».
Privilegio sabatino
También reconocida por Pío XII,
existe la tradición de que la Virgen, a los que mueran con el Santo Escapulario
y expían en el Purgatorio sus culpas, con su intercesión hará que alcancen la
patria celestial lo antes posible, o, a más tardar, el sábado siguiente a su
muerte.
Resumen de las promesas
1. Morir en gracia de Dios.
2. Salir del Purgatorio lo antes
posible.
Interpretación
Alcanzar estas promesas supone
siempre el esfuerzo personal colaborando con la gracia de Dios. Nos lo enseña
con toda claridad el Concilio Vaticano II: «La verdadera devoción... procede de
la fe auténtica, que nos induce a reconocer la excelencia de la Madre de Dios,
que nos impulsa a un amor filial hacia nuestra Madre y a la imitación de sus
virtudes».
Ayuda en la vida
Tanto en los peligros
espirituales como en los corporales. Hay muchos hechos que lo atestiguan.
Vinculaciones
El que recibe el Escapulario es
admitido en la familia de la Madre de Dios y de la Orden Carmelitana.
Por ello participa de los
privilegios, gracias e indulgencias que los Sumos Pontífices han concedido a la
Orden del Carmen.
Se beneficia, además, de los
méritos, de las penitencias y de las oraciones que se hacen en todo el Carmelo.
Objetivo
Ir más fácilmente a Jesús, según
la enseñanza del Concilio Vaticano II: «Los oficios y los privilegios de la
Santísima Virgen,siempre tienen por fin a Cristo, origen de toda verdad,
santidad y piedad».
Por eso afirmó Pío XII que «nadie
ignora, ciertamente, de cuánta eficacia sea para avivar la fe católica y
reformar las costumbres, el amor a la Santísima Virgen, Madre de Dios,
ejercitado principalmente mediante aquellas manifestaciones de devoción, que
contribuyen en modo particular a iluminar las mentes con celestial doctrina y a
excitar las voluntades a la práctica de la vida cristiana. Entre éstas debe
colocarse, ante todo, la devoción del Escapulario de los carmelitas».
Es una devoción y una forma
de culto
Prueban lo primero, incluyéndolo
entre las prácticas y ejercicios de piedad marianas, recomendados por el
Concilio Vaticano II, las palabras de Pablo VI: «Creemos que entre estas formas
de piedad mariana deben contarse expresamente el Rosario y el uso devoto del
ESCAPULARIO DEL CARMEN». Y añade tomando las afirmaciones de Pío XII: «Esta
última práctica, por su misma sencillez y adaptación a cualquier mentalidad, ha
conseguido amplia difusión entre los fieles con inmenso fruto espiritual».
También destaca entre las más
antiguas formas de culto, especial y necesario a María Santísima, que cooperan
a que «al ser honrada la Madre, sea mejor conocido, amado, glorificado el Hijo,
y que, a la vez, sean mejor cumplidos sus mandamiento» (L.G. 66). La
celebración de la Virgen del Carmen, 16 de julio, está entre las fiestas «que
hoy, por la difusión alcanzada, pueden considerarse verdaderamente eclesiales»
(Marialis Cultus 8).
«Este culto se convierte en
camino a Cristo, fuente y centro de la comunión eclesiástica» (M. C. 32).
Espiritualidad
Quien entra en comunión con la
familia consagrada al amor, a la veneración y al culto a María, queda señalado
con un peculiar carácter mariano de espíritu de oración y contemplación, de los
diversos modos de apostolado y de la vida misma de abnegación. Asume también un
compromiso de imitar a María.
Este don de la Virgen es signo de
las muchas gracias que puede ella conceder, como consecuencia de su
privilegiada e íntima participación en la historia de la salvación.
Entraña, pues, la experiencia de
unas vivencias marianas y espirituales. Ya que «ante todo, la Virgen María ha
sido propuesta siempre por la Iglesia a la imitación de los fieles... porque en
sus condiciones concretas de vida Ella se adhirió total y responsablemente a la
voluntad de Dios» (M. C. 35).
Compromiso
Vida mariana. Es decir: Vivir en
obsequio de Jesucristo y de su Madre. Nuestra vida ha de estar informada por la
luz y el amor de María, unido estrechamente al de Cristo. El fruto del
Escapulario consistirá en que quien lo lleve se esfuerce eficazmente en la
imitación de las virtudes de la Santísima Virgen.
Representa la participación en el
carisma de la Orden del Carmen, siendo señal como de un contrato entre la
Virgen y nosotros, por el cual Ella nos protege y nosotros le estamos
consagrados.
La Medalla escapulario
Está autorizado su uso con tal de
que por un lado lleve la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y por el otro una
de la Santísima Virgen: La imposición debe realizarse con Escapulario de tela.
A pesar de ello, el mismo San Pío X, al conceder esta dispensa, recomendó el
uso del Escapulario de tela. Este es más simbólico, por ser una expresión
abreviada del hábito del Carmen,
Indulgencias
Se puede ganar indulgencia
plenaria:
1.- El día que se inscribe en la
Cofradía.
2.- En la Solemnidad de la Sma.
Virgen del Carmen, el 16 de julio.
3.- En la festividad de San Simón
Stock, el 16 de mayo.
4.- En la festividad de San
Elías, Profeta, el 20 de julio.
5.- En la festividad de Santa
Teresa de Jesús, el 15 de octubre.
6.- En la festividad de San Juan
de la Cruz, el 14 de diciembre.
7.- En la festividad de Sta.
Teresita del Niño Jesús, el 1 de octubre.
8.- En la festividad de Todos los
Santos de la Orden, el 14 de noviembre.
Los signos en la vida
humana
Vivimos en un mundo hecho de
realidades materiales llenas de simbolismo: la luz, el fuego, el agua...
Existen también, en la vida de
cada día experiencias de relación entre los seres humanos, que expresan y
simbolizan cosas más profundas, como el compartir la comida (signo de amistad),
participar en una manifestación masiva (signo de solidaridad), celebrar juntos
un aniversario nacional (símbolo de identidad).
Tenemos necesidad de signos o
símbolos que nos ayuden a comprender y vivir hechos de hoy o de ayer, y nos den
conciencia de que somos como personas y como grupos.
Los signos en la vida
Cristiana
Jesús es el gran don y signo del
amor del Padre. Él estableció la Iglesia como signo e instrumento de su amor.
En la vida cristiana hay también signos. Jesús los utilizó: el pan, el vino, el
agua, para hacernos comprender realidades superiores que no vemos ni tocamos.
En la celebración de la
Eucaristía y de los Sacramentos (Bautismo, Confirmación, Reconciliación,
Matrimonio, Orden Sacerdotal, Unción de los enfermos) los símbolos (agua,
aceite, imposición de las manos, anillos) expresan su sentido y nos introducen
en una comunicación con Dios, presente a través de ellos.
Además de los signos litúrgicos,
existen en la Iglesia otros, ligados a un acontecimiento, a una tradición, a
una persona. Uno de ellos es el Escapulario del Carmen.
El Escapulario. Un signo
Mariano
Uno de los signos de la tradición
de la Iglesia, desde hace siete siglos, es el Escapulario de la Virgen del
Carmen. Es un signo aprobado por la Iglesia y aceptado por la Orden del Carmen
como manifestación externa de amor a María, de confianza filial en ella y como
compromiso de imitar su vida.
La palabra
"escapulario" indica un vestido superpuesto, que llevaban los monjes
durante el trabajo manual. Con el tiempo se le fue dando un sentido simbólico:
el de llevar la cruz de cada día, como discípulos y seguidores de Jesús.
En algunas Órdenes religiosas,
como en el Carmelo, el Escapulario se convirtió también en signo de su manera
de ser y de vivir.
El Escapulario pasó a simbolizar
la dedicación especial de los carmelitas a María, la Madre del Señor, y a
expresar la confianza en su protección maternal; el deseo de imitar su vida de
entrega a Cristo y a los demás. Se transformó en un signo mariano.
De las Órdenes Religiosas
al pueblo de Dios
En la Edad Media, muchos
cristianos quisieron asociarse a las Órdenes religiosas fundadas entonces:
Franciscanos, Dominicos, Agustinos, Carmelitas. Surgió un laicado asociado a
ellas, por medio de Cofradías o Hermandades. Todas las Ordenes religiosas
quisieron dar a los laicos un signo de su afiliación y participación en su
espíritu y en su apostolado. Ese signo era una parte de su hábito: la capa, el
cordón, el escapulario.
Entre los carmelitas se llegó a
establecer el escapulario reducido en tamaño, como la señal de pertenencia a la
Orden y la expresión de su espiritualidad.
El valor y el sentido del
Escapulario
El Escapulario hunde sus raíces
en la tradición de la Orden, que lo ha interpretado como signo de protección
materna de María. Tiene, en sí mismo, a partir de esa experiencia plurisecular,
un sentido espiritual aprobado por la Iglesia.
Representa el compromiso de
seguir a Jesús, como María, el modelo perfecto de todo discípulo de Cristo.
Este compromiso tiene su origen en el bautismo que nos transforma en hijos de
Dios.
La Virgen nos enseña a:
- Vivir abiertos a Dios y a su voluntad, manifestada
en los acontecimientos de la vida.
- Escuchar la Palabra de Dios en la Biblia y en la
vida, a creer en ella y a poner en práctica sus exigencias
- Orar en todo momento, descubriendo a Dios presente
en todas las circunstancias
- Vivir cercanos a las necesidades de nuestros
hermanos y a solidarizarnos con ellos.
Introduce en la fraternidad del
Carmelo, comunidad de religiosos y religiosas, presentes en la Iglesia desde
hace más de ocho siglos, y compromete a vivir el ideal de esta familia
religiosa: la amistad íntima con Dios en la oración.
Coloca delante el ejemplo de los
santos y santas del Carmelo, con los que se establece una relación familiar de
hermanos y hermanas.
Expresa la fe en el encuentro con
Dios en la vida eterna, mediante la ayuda de la intercesión y protección de
María.
Normas prácticas
El escapulario es impuesto por un
sacerdote
Puede ser sustituido por una
medalla que tenga por una parte la imagen del Sgdo. Corazón y por otra la de la
Virgen
El Escapulario exige un
compromiso cristiano auténtico: vivir de acuerdo con las enseñanzas del
evangelio, recibir los sacramentos y profesar una devoción especial a la Sma.
Virgen que se expresa, al menos, con la recitación cotidiana de tres avemarías.
Fórmula Breve para la
imposición del escapulario
Recibe este Escapulario, signo de
una relación especial con María, la Madre de Jesús, a quien te comprometes a
imitar. Que este Escapulario te recuerde tu dignidad de cristiano, tu
dedicación al servicio de los demás y a la imitación de María.
Llévalo como señal de su
protección y como signo de tu pertenencia a la familia del Carmelo, dispuesto a
cumplir la voluntad de Dios y a empeñarte en el trabajo por la construcción de
un mundo que responda a su plan de fraternidad, justicia y paz.
El Escapulario del
Carmen
NO ES:
- Un signo protector mágico
- Una garantía automática de salvación.
- Una dispensa de vivir las exigencias de la vida
cristiana.
ES UN SIGNO:
Aprobado por la Iglesia desde
hace siete siglos.
Que representa el compromiso de
seguir a Jesús como María:
- Abiertos a Dios y a su voluntad.
- Guiados por la fe, la esperanza y el amor.
- Cercanos a las necesidades de los demás.
- Orando en todo momento y descubriendo a Dios
presente en todas las circunstancias.
Que introduce en la familia del
Carmelo
Que aumenta la esperanza del
encuentro con Dios en la vida eterna con la ayuda de la protección e
intercesión de María.
NOTA: En muchas Parroquias se reza la Novena a la Virgen del Carmen previamente a su Celebración el 16 de Julio, la novena se comienza el 07 de Julio (Clic aquí para rezar la novena) También puedes rezar "La Antigua Novena a la Virgen del Carmen"
Fuente:http://webcatolicodejavier.org
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