DEVOCIÓN A LA PRECIOSA SANGRE
En julio de 1995, exactamente a las 3 de la tarde, hora de la divina misericordia, Nuestro Señor llamó por primera vez a Bernabé Nwoye, un joven de 17 años, de Olo, estado de Enugu, Nigeria.
Nuestro Señor pidió a Bernabé que adorara su Preciosa Sangre, y lo consolara de todos los ultrajes cometidos contra ella.
Dos años después, el Señor le enseñó el rosario a la Sangre Preciosa (en una visión), y todas las plegarias que lo componen. Los mensajes, oraciones e himnos, lo mismo que las instrucciones, dados directamente por Nuestro Señor, su Madre María, Ángeles y Santos, entre 1997 y 2001, constituyen la devoción a la Preciosa Sangre.
A continuación, algunos de ellos:
1. EL ROSARIO
Este fue enseñado a Bernabé después de haber presenciado toda la Pasión de Nuestro Señor, desde Getsemaní hasta la Resurrección. Jesús se le apareció y le entregó un rosario para honrar a la Preciosa Sangre. Este Rosario estaba confeccionado como los demás rosarios, excepto que en vez de diez cuentas, tenía doce cuentas rojas, y las cuentas que las separaban eran blancas.
El rosario para ser rezado inmediatamente después del Santo Rosario a la Virgen, consiste en cinco misterios relacionados con las cinco Llagas de Cristo.
Del libro original – Composición del Rosario
Igual para rezar el Santo Rosario, para rezar el Rosario de la Preciosísima Sangre de Jesucristo se fabrica un collar de cuentas con cuentas rojas y blancas. Hay 64 cuentas en un círculo, organizadas en grupos de 12 cuentas, divididos por una cuenta blanca. Las cuentas rojas en el círculo se usan para rezar la jaculatoria (indicada). Las cuentas blancas, para rezar una jaculatoria, el Padre Nuestro y el Ave María (indicados).
El Rosario está conectado a un Colgante que consta de la cruceta que cierra el círculo con la Virgen Dolorosa y el Sagrado Corazón de Jesús, una cuenta blanca, tres cuentas rojas, una cuenta blanca y un Crucifijo, donde se rezan las oraciones iniciales, comenzando por el Crucifijo.
2. CONSOLACIÓN
El segundo componente de la Devoción le fue entregado el 23 de junio de 1997; estas oraciones son específicamente dirigidas al Padre Eterno y a su Hijo Unigénito. Esta segunda parte de la devoción busca aplacar al Padre y al Hijo por las ingratitudes del mundo, las blasfemias y negligencias a la Preciosa Sangre, que tienen lugar en la Iglesia, en nuestras vidas y en la sociedad en general.
3. ADORACIÓN
En la tercera parte de esta Devoción encontramos siete oraciones que adoran, glorifican y hacen peticiones a la Sangre Preciosa. Nuestro Señor reveló estas oraciones el 23 de junio de 1997, junto con las oraciones de consolación.
Las peticiones son por la Iglesia Católica, su jerarquía, el clero y todos los fieles. Se pide también por los pecadores empedernidos, las Almas del Purgatorio y por los bebés abortados para que reciban los beneficios de la Sangre Preciosa.
4. REPARACIÓN
La cuarta parte de esta devoción fue revelada durante una visión de Jesús crucificado, el 10 de diciembre de 1998. En siete angustiosos llamados Jesús describe los pecados de la iglesia y el mundo en general, que lo mantiene místicamente crucificado. Estos pecados incluyen agravios y ofensas durante la Santa Misa, negligencia de los sacramentos, modas inmodestas, avaricia, codicia, lujuria, etc., los cuales son causa de que millones caigan al infierno. Esta parte de la Devoción consuela a la Santísima Trinidad por las ofensas que le inflige la humanidad.
5. INTERSECCIÓN
En la quinta parte de la Devoción están las oraciones especiales de intercesión, llamadas "Oraciones Místicas". Estas son oraciones muy eficaces enseñadas por Nuestro Señor durante el mes de julio de 1998. Nuestro Señor reveló a Bernabé que estas oraciones son las mismas que pronunció "él" por la humanidad durante su pasión y antes de exhalar su último aliento. Son plegarias intercesoras "clave" para derrotar a todos los enemigos de la Santa Cruz (el anticristo y sus fuerzas), para sostener nuestra Fe y liberarnos de maldiciones ancestrales.
6. EL SELLO
A esta devoción el cielo ha vinculado un preciado y poderoso regalo para los devotos a la Sangre Preciosa. "El Gran Sello de Dios" (el tabernáculo viviente en nuestros corazones) es una marca espiritual concedida a los devotos de la Sangre Preciosa contra el sello del enemigo, el 666. Este sello de Dios concede a los devotos fortaleza espiritual para resistir todas las tentaciones de satanás y soportar los sufrimientos que vengan a través del anticristo. Este sello se consigue permaneciendo en estado de gracia santificante, especialmente en los períodos especificados por Nuestro Señor cuando los Ángeles recorran la tierra para otorgarlo.
7. LA HORA DE GETSEMANÍ
Finalmente, Nuestro Señor hace un llamado a todos Sus escogidos para que permanezcan con Él cada jueves, de 11:00 PM a 3:00 AM del viernes (o por lo menos una hora dentro de este período) En este tiempo, se pueden llevar a cabo los cuatro componentes de la Devoción, junto con la Santa Misa y la bendición (si fuera posible) En esta Hora de Getsemaní, los devotos compartirán la agonía experimentada por Jesús en el Huerto de Getsemaní (Huerto de los Olivos) La intención es obtener gracias para soportar el gran castigo, y mantenerse firmes en la Fe.
DOCE PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO A QUIEN DEVOTAMENTE RECE EL ROSARIO DE LA PRECIOSA SANGRE
1. Yo prometo proteger de los ataques del maligno a quien devotamente rece este Rosario.
2. Yo preservaré sus cinco sentidos.
3. Yo lo protegeré de una muerte súbita.
4. Doce horas antes de su muerte, beberá Mi Preciosa Sangre y comerá Mi Cuerpo.
5. Veinticuatro horas antes de su muerte, le mostraré Mis cinco Llagas, para que sienta un profundo arrepentimiento por todos sus pecados y tenga perfecto conocimiento de ellos.
6. Quien rece este Rosario como novena, conseguirá lo que pide. Su oración será contestada.
7. Yo realizaré muchos milagros maravillosos a través del rezo de este Rosario.
8. A través de esta oración destruiré muchas sociedades secretas y liberaré muchas almas atadas, por medio de Mi Misericordia.
9. A través de esta oración salvaré muchas Almas del Purgatorio.
10. Yo le mostraré Mi camino a quien honre Mi Preciosa Sangre con este Rosario.
11. Yo tendré Misericordia de aquéllos que tengan misericordia de Mis Preciosas Llagas y Sangre.
12. Quienquiera que enseñe esta oración a otra persona ganará una indulgencia de cuatro años.
“Hijos míos, este Rosario de la Preciosa Sangre de mi Hijo combina todas las devociones de su Pasión.”
(Santísima Virgen María, 29 de enero de 1997)
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