lunes, 6 de mayo de 2019

SEAMOS APOSTOLES


Ayer domingo participe de un encuentro de Adoradores en la Catedral de San Bernardo. El Padre Mario Bernal hizo una charla basada en la Exhortación del Papa Francisco, “Cristo Vive”.

Luego hablaron algunos adoradores y el tema recurrente fue decir que muchas personas se acercan a ellos (familiares y amigos) para pedirles que recen por ellos o por tal o cual cosa, ya que ellos como adoradores están más cerca de Dios. Esas personas muchas dicen incluso no creer en Dios, pero igual piden que recen por ellos.

Yo pienso y siento que todos los seres humanos necesitamos creer en Dios, creemos en él, pero muchos lo niegan, así como Pedro, él amaba a Jesús, pero por miedo lo negó, yo siento que ahora sucede lo mismo, muchos aman a Dios, pero no lo dicen por el que dirán, por “cómo puedes seguir creyendo después de todas las cosas que se han sabido”, pero ellos no saben que a pesar de todo eso Dios sigue “siendo” “estando”, Dios siempre nos va a seguir amando.

Y bueno, si alguien se acerca a pedirnos que recemos por él y nosotros sabemos que esa persona no va a misa, no va al Santísimo, o dice no creer, nosotros no debemos ser arrogantes, no debemos retarlos, sólo debemos asentir y decirles “claro que rezaré por ti”, con sólo esas palabras nosotros estamos siendo apóstoles del Señor, y el Señor eso es lo que quiere, por eso esa persona se ha acercado a nosotros, esa persona nos está pidiendo a gritos “ayúdame a creer, a amar a Dios”, y ahí nosotros estaremos guiando de a poco a esa persona hacia Dios.

Un ejemplo muy cercano es mi hijo, él dice que no cree, pero cuando tiene una prueba difícil me llama como que no quiere la cosa y yo le digo “te encomendaré a la Virgen María” y él me responde “Gracias mamita”, o cuando una vez le llevé una virgen de metal de como 2 cm de altura y él me la aceptó y puso en la repisa que está en la cabecera de su cama. Yo sé que él ama a la Virgen y para él es más fácil aceptar a la Virgen que a Jesús, y eso está bien, ya que nuestra Madre María siempre nos lleva a Jesús, ella es nuestra buena Madre, ella siempre toma nuestra mano y nos guía a su hijo, nunca nos abandona, incluso en momentos de dudar de nuestra fe, la hermosa Virgen María está con nosotros, por eso siempre rézale a ella, que es la que nos mantiene firmes, como dicen que una mujer en una familia es la que la mantiene unida, pues es verdad en este plano espiritual o divino, también es nuestra Madre María la que nos mantiene firmes al lado del Señor.

Así que nosotros como católicos y creyentes, debemos ser menos arrogantes, más humildes y generosos y ser apóstoles como nuestro Señor Jesucristo nos está pidiendo.

Vivan Jesús, María y José.

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